-Te dije que no te metieras- se oyó un disparo.
-La única persona que puede golpear a ese sádico soy yo.
El disparo rozó el rostro de Kamui, de repente sus ojos tomaron ferocidad y llego hasta donde estaba Kagura. Piso el paraguas de donde había salido la bala y la sujeto de sus cabellos.
-Si quieres pelear, pelea de verdad- tiro su cabeza y la estallo contra el suelo.
-Ahh! -Gritos de dolor brotaban, una y otra vez cada vez que tiraba su cabeza contra el suelo.
Una espada se aproximaba desde atrás, saltando Kamui logró esquivarla.
-Lo mismo digo, chica china- susurro en voz baja- No he terminado contigo -mencionó Okita colocándose de espaldas a Kagura, quien había sufrido grandes daños.
-Mmm...Esta bien, esto será sumamente interesante- los ojos de Kamui eran similares a los que tenía cuando observaba a Gintoki en batalla.
Kagura solo podía observar, pero poco a poco su vista se iba nublando, cuando ambos estaban a punto de iniciar el combate. Perdió el conocimiento.